Cuatro formas en que el biofilm afecta a la eficiencia operativa

El biofilm es una de las principales preocupaciones de la industria alimentaria. Su invisibilidad y, por tanto, la imposibilidad de detectarla fácilmente en las superficies en contacto o no con los alimentos suelen dejar a los procesadores de alimentos en la incertidumbre sobre su presencia o ausencia, especialmente cuando se produce un problema microbiano inesperado. Hacer frente a los positivos microbianos puede ser uno de los acontecimientos más costosos que afecten a una planta. Estas situaciones de "manos a la obra" no sólo requieren un gran esfuerzo, sino que también son extremadamente costosas. A continuación se describen cuatro formas en las que el biofilm puede afectar a una operación y a su cuenta de resultados:

  1. Productos retenidos/retirados
    Cada vez que un producto se pone en espera o se retira del mercado, ello repercute directamente en la eficiencia operativa, ya que esos productos no salen a la calle según lo previsto. Además, hay un coste asociado al almacenamiento en frío cuando un producto debe ser retenido. La biopelícula alberga patógenos alimentarios como Listeria y E. coliEsto conlleva riesgos de contaminación cruzada en el producto final, por lo que el control de la biopelícula es un elemento clave para reducir las retiradas de productos.
  2. Tiempo/Recursos sanitarios adicionales
    Cada vez que se detecta un microbio positivo, hay que invertir mano de obra -personal extra y horas extraordinarias- y productos químicos para rectificar el problema. Esto provoca un efecto dominó, ya que es posible que las tareas de saneamiento no se hayan completado en otro lugar en el momento en que debería comenzar la producción, lo que puede aumentar el riesgo de acumulación de biopelículas y contaminación cruzada.
  3. Desgaste y avería prematuros de los equipos
    Las biopelículas pueden dañar los equipos de dos formas distintas: corrosión por influencia microbiana (especialmente en metales blandos) e intento de eliminación con productos químicos oxidantes. La corrosión por influencia microbiana (MIC) es la corrosión afectada por la presencia o actividad (o ambas) de microorganismos en biopelículas en la superficie del material que se corroe. Intentar tratar la biopelícula con altas dosis de productos químicos oxidantes -como lejía, ozono o peróxido- puede dañar considerablemente las superficies circundantes.
  4. Ineficiencia de la transferencia de calor
    La biopelícula es un aislante que puede reducir exponencialmente la eficacia de la transferencia de calor a través del cobre y el aluminio. Los equipos de transferencia de calor deben trabajar mucho más para eliminar la misma cantidad de calor de los procesos de fabricación. Esto se traduce en facturas más elevadas y en una menor vida útil de los equipos si funcionan con demasiada intensidad durante demasiado tiempo.

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